martes, 5 de septiembre de 2017

Cruzar Los Andes: todo un preparativo El general San Martín creía que no era posible asegurar la independencia argentina mientras existieran, en América, tierras ocupadas por los realistas. Chile era una de esas tierras, pero para llegar hasta allí debía enfrentar un gran desafío: cruzar la imponente Cordillera de los Andes. San Martín preparó junto a sus hombres, en el campamento de El Plumerillo, todo lo necesario para la gran travesía: fabricaron armas y cañones, reunieron mulas, caballos y vacas, juntaron ponchos de abrigo, remedios y hasta un puente de cuerdas para cruzar a través de los precipicios. Además, acopiaron charqui (una carne salada y seca que se comía disuelta en agua hirviendo), cebollas, ajo, galletas y vino. El pueblo de Cuyo ayudó en todo lo que pudo: algunas mujeres mendocinas, encabezadas por remedios de Escalada, la esposa de San Martín, participaron de los preparativos cosiendo uniformes para los soldados y bordando la bandera que los acompañaría durante el viaje. San Martín necesitaba un ejército numeroso para vencer el enemigo una vez que estuviera en Chile. Para engrosar sus tropas, que ya contaba con oficiales chilenos aliados y con los Granaderos a Caballo, incorporó más soldados, gauchos baqueanos que los guiaran por los senderos de la cordillera y arrieros que condujeran las mulas, los caballos y las vacas que los acompañarían. También sumó al ejército esclavos negros de Mendoza, Sn Luis y Sn Juan, con la promesa de que, una vez terminada la guerra, serían hombres libres. San Martín entrenó a su ejército y preparó la expedición durante dos años antes de partir rumbo a la cordillera. Hasta entonces, los pedregosos senderos de los Andes solo habían sido transitados por arrieros o por milicias aisladas, pero nunca por un ejército. Cuando todo estuvo listo, en aquellos días de enero de 1817, el general y sus más de 5000 hombres emprendieron el difícil cruce rumbo a Chile Adaptación de: María Inés Balbín “Cuando Andes por los Andes” El barco de vapor 2017 (páginas 9 y 23)

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